Conforme va pasando el tiempo te vas dando cuenta de que hay cosas que jamás podrás cambiar por mucho que quieras, hoy es uno de esos días en los que verdaderamente te paras a pensar y a preguntarte, ¿a dónde piensas ir?, ¿qué esperas de la vida? o sencillamente ¿qué me esperará el día de mañana?...muchas de ellas no tienen respuesta, otras sin embargo evitamos contestarlas.
Una vez me dijo una gran persona: "Vive la vida, intenta no mirar atrás y si lo haces que sea para aprender". Intento no cometer los errores que una vez cometí, intento no caer en la misma piedra, sin embargo siento que caigo una y otra vez sin conseguir nada más que lo que conseguí la vez anterior.
Quiero aprender a mirar de frente, con la cabeza bien alta, sin miedos y sin tener que dar explicaciones, y cada vez que me falta poco par alcanzar esta meta se desvanece como agua entre las manos, es frustrante a la vez que humillante. Mirarte en el espejo y ver que es el mismo rostro que ayer y será el mismo que de mañana pero ¿seguirás siendo igual? o ¿habrá un resquicio de felicidad en nuestro interior que haga que cada día cambiemos un poco?.
Me siento un poco ilusa al pensar que las personas pueden cambiar, es algo irónico ¿verdad?, pero verdaderamente creo que si puede ser cierto. Considero que mientras avanzamos vamos cambiando y adoptando nuevas formas acorde con nuestros sentimientos, emociones...supongo que será por lo que ahora mismo considero que estoy en una etapa de transición entre lo que considero mi juventud y la madurez.
Estoy sintiendo sensaciones que jamás antes había conocido, estoy empezando a tener preocupaciones que jamás hubiera imaginado que me pudieran afectar tanto, estoy aprendido a querer, a sentir y sobre todo pero no menos importante a compartir algo más que unas simples palabras o gestos.
Si tienes miedo a hacerte daño, aumentas la probabilidad de que eso mismo suceda...se prudente y sobre todo entregate sin reservas.
( Frase del libro La mecánica del corazón )
Gracias una vez más.
