La seducción de los sentidos es tan penetrante, los caprichos de la imaginación son tan violentos, que el espíritu se forja en un sueño lleno de deleites, transportes y éxtasis o, por lo menos, una novela de sensualidad viva y variada; luego en ocasión propia, el torrente contenido se desborda, rompiendo los diques de la ley y del deber. Hippolyte Taine ( filósofo francés considerado uno de los principales teóricos del Naturalismo ).
Yo es siempre algo que me he preguntado y que nunca nadie me ha sabido responder, ¿por qué no siempre nos dejamos llevar con total libertad?, ¿tanto nos importa si lo vamos a hacer bien o mal?, no siempre somos capaces de romper esos diques de ley y deber.
Muchas veces me he planteado esa cuestión, ¿qué es lo que elegiría primero?, el placer o el deber...
Nunca es fácil tomar una decisión y más cuando en ella se ve involucrada tu propia libertad, nos dicen que somos personas libres, pero ¿alguien se ha parado a pensar si eso es totalmente cierto? Os voy a dar un consejo, no lo hagáis, verdaderamente os daréis cuenta de que no todo se encuentra en la libertad de expresión sino también en muchísimos hechos que aún no somos capaces de realizar a plena luz del día.
¿Por qué la que ejerce el oficio más antiguo aún se esconde en la penumbra de las farolas?
¿Por qué para alzar la vista más allá del sol siempre acudimos a ver escondese la luna?
Déjate llevar, ni más, ni menos.
Un saludo.
Te quiero Ángel.
